Tu mirada ingenua de lo que estoy pensando,
Tu mirada ajena de la mía,
Tu mirada que pertenece a otro,
Tu mirada confundida y fuera de este mundo,
Pero en cambio.
Tu recuerdo presente en mí,
Tu ser viviendo en el mío,
Y yo sin dejar mi mente en blanco con tu recuerdo.
Quisiera llegar a conocerte más de lo que cualquiera te conoce,
Pero sin que seas un objeto ya perteneces a otro.
Y aunque muera de ganas por probar tus labios,
Y aunque me gustes,
Y aunque quisiera que mi corazón fuera tuyo,
No puede ser por que tus labios, tu gusto y tu corazón,
Ya le pertenecen a otro.
Juan D. Sierra
No hay comentarios:
Publicar un comentario